Por: Jormanks
La adicción a los videojuegos ha sido catalogada por la Organización Mundial de la Salud (World Health Organization – WHO) como una enfermedad mental, pero ojo, no significa que por jugar se tiene.
El trastorno por los videojuegos fue incluido en la décimo primer Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11) de la Organización Mundial de la Salud la semana pasada. Aunque al principio puede alarmar no necesariamente significa algo negativo: los videojuegos no tienen la culpa. Y, tampoco, vamos a tratar de hacer una defensa muy fuerte de esto que nos dedica una gran parte del tiempo.
Jugar, recrearnos, es una manera de escapismo en la que muchas veces nosotros como personas necesitamos para balancear la carga emocional de todo lo que sucede en nuestras vidas: es una parte más de nosotros mismos, así como meditar, leer, hacer ejercicio, o tratar de concentrarse en otro pasatiempo.
Existen tres criterios con los que se puede considerar que hay adicción:
- Jugar se hace mucho más importante que otras actividades de nuestras vidas.
- A pesar de evidencias comportamientos negativos asociados con el juego, estas no disminuyen o se vuelven recurrentes, perdiendo la objetividad del comportamiento propio.
- Ansiedad significativa y afectación de las relaciones personales, familiares, sociales, que este comportamiento afecte el normal funcionamiento de una persona.
Estas características son similares a las definidas con el abuso de otras sustancias. Y, a pesar de que uno pueda verse involucrado, el diagnóstico se da solamente si hay, por lo menos, un año continuo con este tipo de comportamiento. Es decir: si nos encontramos durante varias horas enganchados con algo que nos llama la atención, de vez en cuando, y somos capaces de seguir siendo nosotros, eso está bien.
Muy seguramente algunas personas querrán sacar provecho de esta noticia. No tanto solamente para hablar de lo malo que puedan llegar a ser los videojuegos, sino para tratar de encasillar a los que le dedicamos tiempo. Aquí tenemos que marcar un alto, porque el tipo de comportamientos descritos anteriormente se puede ajustar a cualquier persona con cualquier obsesión. Es decir, simplemente se está ajustando una definición técnica con comportamientos que ya se han visto, solo que ahora la principal novedad es que se tenga a un videojuego de por medio.
Desde su aparición (que podría datar de 1950), los videojuegos han venido teniendo un impacto en nuestra sociedad. No se trata del eterno debate de si son una forma de arte[i], sino de notar la influencia de los juegos en las películas, y de ese tipo de explotación también: querer hacer de los gamers un público objetivo que se deba atraer para otras formas de entretenimiento, lo que puede, de alguna manera, explicar la amalgama de tendencias que componen lo que vemos ahora como cultura pop.
El trastorno por los videojuegos podría verse como un síntoma de algo más profundo, y no tanto como el problema a tratar. Otro término reconocido es el “Trabajólico”: una persona adicta al trabajo. Así como la dependencia a una actividad puede ser considerado un comportamiento preocupante, tenemos que entender que el bienestar mental depende de muchos factores. No solamente se trata de realizar un acción, sino del entorno en el que se desarrolla la actividad.
En últimas, lo que hacemos identificando tantas tendencias es señalar el objeto en el que se nota el desajuste. Para algunos el detonante puede ser algo en específico, y para otros simplemente esa tendencia compulsiva es una norma.
Hablar de desórdenes mentales es muy complicado, también. Para ver un caso contrario no hace falta sino navegar por unos pocos minutos en reddit (esa comunidad de comunidades) para encontrar hilos con gente que habla de cómo cierto juego ayudó para dar un avance significativo en su estado depresivo. Pero, no olvidemos, que no todo lo que brilla es oro: algunas de las personas que ya viven de hacer stream en Twitch.tv se sienten cansadas, aburridas, poco motivadas por el estilo de vida que llevan. Unos renuncian, otros simplemente quieren un respiro.
Si quisiera llegar a una temprana conclusión, sería: recuerden, nada es bueno en exceso.
Teniendo eso en cuenta: la venta de verano en Steam va hasta el 5 de Julio.
Algún día tendremos tiempo.
Fuente: LA Times.
[i] En Gamers With Jobs, uno de los Podcasts más longevos sobre videojuegos, Cory Banks se refirió a la pregunta de si los Podcasts podían ser arte de la siguiente manera: “que algo tenga contenido no lo convierte necesariamente en arte, pero el contenido no necesita ser arte para ser considerado valioso”.