Es de conocimiento mundial la crisis humanitaria que vive Venezuela, su restricción para la libertad de expresión y la extraña ley que criminaliza a comercializadores y productores de juegos, sin embargo, hoy se reúnen por 48 horas para celebrar el desarrollo de videojuegos
Un GameJam te permite vivir un ciclo de desarrollo completo de videojuegos, pulir las habilidades, mientras que en un desarrollo normal demoras años puliendo detalles, y asegurando la perfección de tu trabajo, en un Jam liberas la energía creativa de forma rápida y satisfactoria, esa es la experiencia que se vivirá en todo el mundo desde las 5pm, y Caracas no es la excepción.
Desde 2009, igual que en Colombia, se celebra el Global Game Jam (GGJ) en la ciudad que vio nacer a Simón Bolivar, con un nombre bien particular, y es que desde el principio los venezolanos hicieron sentir su sentido de pertenencia y le bautizaron Caracas Game Jam (CGJ).
«Los Game Jams fomentan un espacio en el que los desarrolladores se pueden encontrar», dice para este medio Ciro Durán, fundador del CGJ, «es un espacio del que salen excelentes ideas, grupos de trabajo, inclusive emprendimientos, pero sobretodo comunidad».
El GGJ es considerado el año nuevo de los desarrolladores, una fiesta de creatividad de 48 horas en la que los participantes viven la linea de producción de un videojuego, usualmente en los jams se encuentran desarrolladores de todo tipo, como programadores, ilustradores, animadores, músicos, escritores, etc. Usualmente los participantes deben llevar sus equipos y materiales que consideren para la realización de un videojuego (y sus implementos de aseo, ropa limpia, cobijas, sleeping, carpa .- cual acampada) y una excelente actitud. Es posible, según la locación, que puedas llevar tu equipo previamente armado, pero si es tu primera vez y no conoces a nadie, no te preocupes, te presentarán más desarrolladores con los que podrás hacerte.
En el CGJ se han producido más de 80 juegos, ha sobrevivido y es un excelente ejemplo de como se viven las crisis económicas del país, pero lo más importante ha sabido sobreponerse a las restricciones de libertad de expresión y a la «Ley para la prohibición de videojuegos bélicos y juguetes bélicos», como lo evidencia su bitácora de participantes anuales.
2009, 26 participantes estrenaron el CGJ, el año siguiente casi no se realiza por la falta de entendimiento de la ley expedida a finales del año pasado, y solo seis desarrolladores se unieron al reto de crear un juego en 48 horas, en 2011 con el tema más claro entendiendo que la ley había sido realizada desde una postura que no entendía en lo absoluto el desarrollo de videojuegos, ese numero subió a 52 participantes, desde entonces fue subiendo el número y de 2013 a 2018 se alcanzaba un numero de alrededor de 100 participantes en una sola locación. Con los recientes eventos, y la crisis económica del país, el mayor patrocinador del CGJ, La Academia Wayra, se ha visto afectada y ha tenido que transladarse a una sede más pequeña que no cuenta con las mismas comodidades de siempre. En 2019, el cupo máximo es de 40 personas, el cual se llenó en 3 días desde que abrieron la convocatoria el 16 de Enero.
LA LEY DEL TERROR (Ignorancia, y la ignorancia da miedo)
En 2010 la «Ley para la prohibición de videojuegos bélicos y juguetes bélicos» entraba en acción, un proyecto que se creo a raíz de un mal entendido: el juego de la discordia fue «Mercenaries 2: World in Flames», lanzado en 2008 por Electronic Arts, en el que un soldado tenía la orden de invadir Venezuela apara derrocar «un dictador». A medida que avanzabas en la historia, veías que el objetivo era el opuesto, los «malos» eran los estadounidenses que buscaban derrocar el actual regimen para poner su propio dictador con el fin de facilitar la venta de petróleo.
Por la coyuntura política, la legislación solo sirvió para desarticular una industria local que venía en crecimiento, y terminó por convertir la creación de juegos en un asunto riesgoso, haciendo que los desarrolladores se exiliaran o se convirtieran en activistas.
La ley estaba tan mal redactada que «perseguía mas que todo a Cybercafes que a los desarrolladores mismos, incluso el caso de Chavista Attack, no fue bajo la ley de prohibición de juguetes y videojuegos bélicos, sino una coartada a la libertad de expresión», como explica Ciro Duran, y es que el caso del joven Leonardo Quintero arrestado el 13 de mayo por su videojuego fue llevado a cabo bajo censura, obligándolo a eliminar el juego, y no bajo la ley de prohibición de juguetes y videojuegos bélicos.
“Libera tu frustración política y acaba con todos los chavistas armados que intentan hacerse con el control de la Asamblea”, decía la sipnopsis de ‘Chavista attack’, una aplicación móvil en la que asesinabas con una ametralladora a hombres con camisas rojas y del partido del gobierno que se desplazaban en motocicletas. “¡Oh, mi comandante, me dieron!”, se leía en la pantalla cada vez que eran impactados con una ametralladora. Hoy, este juego está completamente eliminado.
Como medio de protesta, los desarrolladores realizaron el #VzlaCrisisJam, un evento en línea llamado que invitaba a crear videojuegos inspirados en la situación que atraviesa el país. Saúl González, uno de los organizadores, explicó en una entrevista al New York Times que esto había surgido de la idea de “participar en la protesta utilizando las destrezas que uno tiene”.
Realizar este CGJ es también una puesta política, es resistirse como sociedad de desarrolladores y empoderar nuevas generaciones para fomentar la creatividad, la comunidad y el apoyo. De parte de Tan Grande y Jugando, celebramos a los organizadores que año a año toman la batuta para realizar este Jam, es un proyecto que nace desde y para la sociedad civil.
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Recomendaciones de Ciro Durán para tu Jam, aunque son de 2017, están (y estarán por muchos años más) vigentes.
Por supuesto, la recomendación favorita de Kawa es ¡DORMIR! No te olvides de tomar descansos, es justo y necesario.
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